Capítulo 53

No puedo evitar sentirme nauseabunda. Corrí hacia la ventana y vomité. Sentí dos pequeñas manos frotando mi espalda después de unos minutos y, por más enferma que me sienta recordando lo que dijo Amara, sigo feliz de que Dee esté a salvo.

—Ve y encuentra a la persona que disparó esa flecha— escuché...

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