27

—¿Puedo cuidar a la niña por ti hoy?

Miro a Kayla, que está apoyada en el marco de mi puerta.

—Hoy no voy a salir, todavía estoy cansada de las diligencias que tuve que hacer ayer —digo, desconcertada.

—Deberías salir —dice ella—. Es el mejor día que hemos tenido en todo el verano. Deberías aprov...