37

La rodeo con mis brazos y presiono mis labios contra su hombro desnudo.

—Esta es la parte donde siempre te vas —digo.

—No quiero irme —responde ella.

—Entonces no lo hagas. —Ella aún no ha hecho ningún movimiento para levantarse, no se ha soltado de mis brazos, y odio el hecho de que siquiera est...