32b

Él la miró de reojo, apartando la vista de la carretera por un segundo. Sus ojos eran amables.

—¿Estás segura? ¿No prefieres descansar un poco?

—No. Me sentiré mejor si sé qué esperar.

—Está bien. Dime cómo sería tu horario ideal —dijo él.

—Bueno, ella seguiría viviendo conmigo la mayor parte de...