Capítulo 30

Cuando despierto, estoy rodeado de oscuridad y rápidamente me doy cuenta de que debe ser medianoche. Enciendo la lámpara que está al lado de la cama y salto cuando veo que Mihai está sentado en una de las sillas al otro lado de la habitación.

—¿Cuánto tiempo estuve dormido? —pregunto, desesperadame...