Capítulo 24. ¡Es mi hija...!

En el coche de Donald

Él, enfocado en el camino, insistió muy serio que leyera de nuevo el certificado de nacimiento en el cual quedó plenamente asentado que Donald, era su hijo y de ella también, por lo tanto, llevará los dos apellidos.

—¿Por qué no me preguntaste? —Cuestionó ella, nuevamente...

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