VEINTIDÓS | LA VERDAD

—Ese chico... —comienza mamá mientras conducimos a casa en un pequeño coche beige. Me sonrojo, evitando su mirada mientras siento que me observa—. Parece... protector.

—Sí. Un poco —murmuro, retorciéndome bajo el peso de su mirada.

—Y amable —añade.

—Ajá.

—Y completamente enamorado de ti —ahor...

Inicia sesión y continúa leyendo