Capítulo 16

Lucianus

Me detuve. La daga se congeló en el aire, temblando a solo un suspiro de perforar su pecho y poner fin a mi tormento.

No debería haberme detenido, pero no pude evitarlo. Tenía que detenerme. Quería clavar la hoja en su pecho y liberarme de esto, pero no podía. No podía con ella mirándome c...