219. La mentira de la amante

Un grito resonó en las cuatro paredes. El rostro de Yvonne se tensó, sus manos temblaban mientras apretaba las sábanas. El sudor empapaba su cuerpo, y sus piernas estaban abiertas mientras las criadas la atendían.

Gatha levantó la vista.

—Empuje más fuerte, mi señora. Ya casi está.

Yvonne gritó, ...

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