Capítulo 26

La habitación permaneció en silencio. Todos se turnaban para mirarse entre sí. Era peor que niños esperando ver quién iba a asumir la culpa por el plato roto.

—Entonces, ¿vas a sentarte aquí y decirme, bueno, no decirme, que nadie sabe qué demonios está pasando en esa parte de la ciudad? Esta reuni...