Capítulo 683

Una SEMANA DESPUÉS, escuché la llave en mi cerradura y la puerta abrirse. —¿Gio?

Mierda. Mamá.

—¿Tesoro?

Difícilmente podría considerarme el tesoro de alguien en este momento, pero ella siempre nos había llamado así.

—Aquí, —dije desde el lugar donde había estado toda la semana. Mi sillón reclin...

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