CAPÍTULO 52

SOPHIA

Estoy durmiendo, pero de repente mis ojos se abren, sobresaltados.

Algo toca suavemente mi rostro.

Siento el pánico crecer dentro de mí, y un grito amenaza con escapar, pero lo retengo en mi garganta.

Mi corazón late descontrolado.

Por un breve momento, pienso que es el príncipe.

¿Ha vue...