Quédate

Odessa

Me quedé junto al fuego, aún envuelta en las pieles. No se escuchaba ningún ruido afuera, lo cual me preocupaba más, hasta que oí gruñidos y un fuerte golpe. Mis ojos se abrieron de par en par cuando Creed entró con su imponente porte y sus fornidos brazos, sosteniendo un gran animal. Era go...

Inicia sesión y continúa leyendo