Capítulo 55

Al llegar la hora de dormir el trato de Adolfo hacia su hija no fue más amable, ella lo ayudó a acostarse, le acomodó las almohadas hasta que quedó satisfecho, lo abrigó y estaba a punto de salir cuando él espetó:

–¿Adónde vas?

–A mi habitación.

–¿Y si necesito algo ...

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