Capítulo 38

Alan se refería al tipo de mujer que estaba tan envuelta que apenas podías ver su rostro.

—Tienes gustos raros— comentó Alan.

Antes de que se diera cuenta, recibió un golpe en la cabeza.

—¡Oye, no estaba equivocado! Puedes quedarte con mi teléfono, solo devuélveme la tarjeta SIM— se quejó Alan, s...

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