Capítulo 67

Temprano en la mañana.

El sol apenas comenzaba a asomarse entre las cortinas.

Ella abrió los ojos y vio la marcada mandíbula de Arthur.

Extendió la mano y trazó su contorno en el aire.

Dormido, Arthur no tenía su habitual mirada fría y despiadada. Sus ojos estaban bien cerrados, faltando esa pro...

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