Capítulo 36

Sentí que el corazón se me hundía en el pecho cuando el hombre agarró el bate de béisbol. Sin embargo, en ese momento un vehículo se dirigió hacia nosotros a toda velocidad con las luces delanteras encendidas, cegándome los ojos.

Por un segundo pensé que el coche me atropellaría, pero afortunadamen...