Capítulo 34

Capítulo 34

—Dios, qué corta es la vida de la bala comparada con la herida.

Clementine von Radics

Había sangre en mi cara.

Podía sentirla.

La sangre del cazador o de Enzo, no estaba segura, aunque la segunda opción ciertamente me revolvía el estómago.

O tal vez era la visión de lo que solía ser ...