Capítulo 28

Las manos de Lia sujetaron su nuevo teléfono que era más grande de lo que esperó. No se había acostumbrado mucho a sus nuevas formas, pero sabía que no sería una dificultad hacer una videollamada para Mila.

Debía hablar con ella primero, porque ni siquiera sabía qué podía decirle a Anne.

Aún conserv...