CAPÍTULO VEINTITRÉS

—¿Qué? —preguntó ella, dándose cuenta de que la estaba mirando.

—Oh, nada, lo siento, es que eres muy bonita —dije torpemente, mirando hacia otro lado.

—Aww, gracias, tú también eres muy bonita —dijo dulcemente.

—Si tú lo dices —respondí brevemente, girando el anillo en mi dedo.

—Lo sé —dijo ell...

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