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Otro mensaje llegó a su teléfono.

¿Sigues pensando en ello? O mira cómo tu vida se arruina en 3 minutos...

Su respiración se detuvo.

Agarró su bolso y el arma con manos temblorosas, sin llaves, sin chofer—solo su teléfono y el peso de una decisión que nadie más podía tomar por ella.

Encontró a N...

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