Epílogo

Algunas semanas después

Nico se deslizó detrás de Red, cubriendo suavemente sus ojos con la mano.

—¡Hey!—rió ella, apartando su brazo.

—Tengo una sorpresa para ti—murmuró él contra su oído, con voz baja y juguetona.

Ella sonrió, apoyándose en su calidez.

—Qué curioso, porque yo también tengo un...

Inicia sesión y continúa leyendo