Sirena

—Dios, van a lastimarlos— murmuró mientras daba palmaditas en la parte superior de la espalda de Alex, sin ver la necesidad de tal trato. Después de todo, solo estaban haciendo su trabajo, era un malentendido.

Una pequeña bofetada aterrizó en su trasero, lo que la hizo soltar un gruñido.

—Compórta...