CAPÍTULO 34 EL PLACER DE SU PASIÓN

Alondra Travis

Con extremo cuidado, esquivando la herida cerca de su hombro, deslicé mis dedos por su piel, explorando la calidez y la firmeza de su pecho desnudo. Su respiración se mantenía constante, pero había una sutil variación en su ritmo que me dejaba sentir el impacto de mi toque, po...

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