Capítulo 8

Al despertar, no estoy desnuda, sino en pijama y bajo la manta, pero Adam no está a mi lado. No pasó la noche aquí, considerando que su lado de la cama parece intacto.

—¡Mia! —escucho la voz de Amy desde afuera.

Maldita sea, ¿qué hora es? Ni siquiera había pensado en cómo enfrentar a mi mejor amig...