Capítulo 126

Arthur no siente su propio cuerpo. Es como si su conciencia fuera un hilo desgastado, encadenado en la oscuridad, balanceándose con el temblor metálico del camión blindado. Está borrado pero no muerto, flotando en un limbo donde el sonido llega antes que el dolor.

El primero en alcanzarlo es el ron...

Inicia sesión y continúa leyendo