Te lo has puesto para mí

—¿Yo…? —Adele no lo puede creer, que ella haya causado eso en él.

—Así es —asiente con la cabeza y ella está que brinca de la emoción.

—No lo puedo creer. Pensé que era lo peor, que no tolerabas mi presencia.

—Es cierto, es que eres muy respondona, Adele, pero… ¿Recuerdas la vez que me terminaste...

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