Yo lo único que quiero es proteger a mi hija.

La señora Annie siente desconfianza y, al no querer interrumpir la cena de su familia, prefiere ponerse de pie. —¿A dónde vas, cariño? —su esposo la mira interrogante.

—Veré qué quiere esa mujer, sigan cenando, cielo —se dirige a la entrada de la mansión y, al salir, ve a una mujer de espaldas, con...

Inicia sesión y continúa leyendo