Si ella confiesa sus crímenes

—Señor Jeims… ¿usted cree que él me ame? —pregunta mirándolo con súplica, y Jeims sonríe.

—No lo sé, pero te protege como jamás lo había hecho con alguien. Por favor, vamos, la llevaré a su nuevo apartamento para que descanses.

—No, me sentiré sola y mis gatos…

—Los escoltas fueron por ellos, aun...

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