Su dulce voz

Rebeca sintió un nudo en la garganta. Las palabras de Annie eran un bálsamo y una punzada a la vez. Una parte de ella quería negarlo todo, huir de la conversación, pero la otra, la más honesta, sabía que Annie tenía razón. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, y un sollozo ahogado escapó de sus...

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