Creo que deberían hablar.

—¡Carajo! —Kai se ha sorprendido.

—¿Qué rayos? ¿Qué te pasa? —McCarthy intenta recuperar el aire.

—¡Dices querer protegerla! —lo señala Antonia—, pero toda tu ayuda se basa en que ella se acueste contigo porque tú no haces nada gratis. Literalmente eres el hombre más repugnante que he conocido. Re...

Inicia sesión y continúa leyendo