Alejandra Harris hecha un demonio de la ira

—Recuerda, tú no los conoces— le recalca Noah.

—Debo aceptar que esto no es tan fácil, señor…— murmura.

—No olvides nuestra plática.

—Sí, señor— Alma se aferra al agarre de Noah y continúan caminando hasta llegar a donde está Nicolai, que no puede dejar de mirarla mientras bebe un sorbo de whisky...

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