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Por un momento, el rostro de Richard se puso rojo, y creyó que Adela estaba frente a él. Bajó la mirada mientras decía.

—No, no es así. No quiero faltarte al respeto; solo me preocupa tu seguridad. Tendría que responder ante mi amo y tu hija si algo te llegara a pasar.

Richard dudó un minuto antes...

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