Era solo un sueño

La expresión de Camilla permanecía fría e implacable. Sus ojos brillaban con una mezcla de dolor y enojo, y Adela podía sentir el peso del desprecio de su amiga aplastándola.

—Siempre fuiste el centro de atención—. La voz de Camilla resonó con dureza, las palabras goteando amargura. —Todos te adora...

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