Capítulo 229 Un millón de millas de distancia

Alexander

Grayson y yo hablamos largo y tendido. El sol de la tarde marcaba el tiempo mientras se deslizaba por el cielo claro y brillante.

Él seguía echando miradas furtivas por la ventana, y me di cuenta de que deseaba salir al bosque, anhelando correr entre los árboles.

Lástima que hoy tenía...