7: En Roma

Raegan

Me levanté de la cama de un salto, con los brazos en una postura defensiva y los ojos recorriendo la habitación.

—¡Está despierta! —escuché gritar a mi lado. Me aparté de la fuente del grito y fulminé con la mirada a quien tuviera la audacia de ser tan ruidoso justo cuando alguien se des...