75: ¡Que alguien me sede!

Raegan

Lloré hasta quedarme dormida en sus brazos. Se sentía bien. Cuando desperté, mis ojos estaban hinchados, sellados por mocos. Los abrí con esfuerzo y suspiré aliviada al ver que el Rey seguía conmigo en la cama. Me estaba observando en silencio, con la televisión encendida de fondo.

—Mand...