Capítulo 66 — Una trampa

Así que, Megan era el cabo suelto, la única testigo de que Gianfranco era un mafioso y con quien no había podido acabar, hasta ahora, era ella.

La verdad, a Megan no le importaba si ese hombre, Gianfranco, la mataban allí mismo, siempre que April estuviera bien y Megan sabía que para eso la quería G...