Capítulo 234 234

En un instante, la ropa desapareció. Alaric reclinó el asiento del copiloto y, sin darle tiempo a reaccionar, se colocó sobre ella. Besaba su clavícula con frenesí mientras sus manos recorrían su cintura, su espalda, cada rincón que conocía tan bien.

—¿Me has extrañado? —murmuró con una sonrisa insi...

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