Capítulo 297 297

—Por favor... ayúdame —suplicó, mirando hacia atrás con los ojos desorbitados.

—Vamos, primero levántate —dijo Selene, frunciendo el ceño.

La ayudó a incorporarse con suavidad, aunque con firmeza. La mujer tenía algunos rasguños, hematomas en el cuello como si alguien la hubiera estrangulado, y sang...

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