Capítulo 328 328

A sus ojos, solo Alaric era digno. Ningún otro hombre poseía siquiera una chispa de encanto ante ella. Y ese sujeto frente a ella, que había osado acercarse, solo le provocaba asco.

—Vete. Aléjate de mí —espetó con frialdad.

—¿Para qué tanta hostilidad? —dijo el hombre con una sonrisa torcida—. Sé q...

Inicia sesión y continúa leyendo