Capítulo 387 387

—¿No tienes hambre? —Laura la miró sorprendida y sonrió—. Eso sí que es raro.

Selene se encogió de hombros.

—Si tuviera hambre, ni yo ni el bebé lo dejaríamos pasar. Tranquila.

—Entonces, ¿qué haces sin desayunar?

—Estoy revisando las cámaras de seguridad de anoche.

—¿Vigilancia?

—Sí.

Abrió su compu...

Inicia sesión y continúa leyendo