Capítulo 35 La primera sangre de la guerra.

El silencio de la noche fue roto por un estruendo metálico: los cascos de criaturas infernales golpeaban la tierra como un ejército sin fin. Desde el borde de la grieta, una legión oscura avanzaba en formación, antorchas negras ardiendo con fuego líquido.

Yo lo sentí primero en la cicatriz. Una ...

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