Capítulo 37 El heraldo de sombras

El jinete se detuvo en la llanura, a menos de un kilómetro del templo. Su silueta era una mancha contra el cielo rojo, inmóvil sobre el lobo de sombras que respiraba humo como un volcán. La lanza que portaba brillaba con fuego invertido, devorando la luz alrededor.

Los guardianes se amontonaban ...

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