Epílogo: ¿No estás cansado? - Parte II

Nota del autor: ¡No olviden leer la parte anterior! ¡Feliz lectura!


—Levántate, Kal—. Hay una seriedad arraigada en la voz de Deimos; no está jugando. Es una orden que le da a su hijo, su entrenamiento apenas ha comenzado.

Nuestro hijo lucha por ponerse de pie en medio de sus ojos borr...