En un instante

—¡Detente! —Un chillido juguetón sale de mis labios seguido de una risa profunda desde mi vientre. Intento alejarme de sus dedos, pero él los mantiene en mis costados.

—La verdad, mi hembra —susurra, sus ojos observándome con la mayor ternura.

—¡Está bien, está bien! ¡Me comí tu sándwich! —me río,...