Indigno

—¿Cómoda? —me pregunta Deimos mientras abrocha mi cinturón de seguridad. Asiento rápidamente mirando por la ventana del jet. Ni siquiera me estremecí ni me asusté como la última vez cuando despegó. No sentí nada.

Gianna debe estar llorando ahora y este pensamiento hace que mis labios tiemblen. —Eso...