El nacimiento de un dios

Mi mente no piensa en cómo podría hacer que él venga a mí, sino en cómo debo llegar a él. Esto siempre ha sido así en nuestra relación. Doy cada paso con una lentitud inquietante, esperando hasta que el dolor disminuya.

Mis dedos se aferran a la barandilla, proporcionándome consuelo y fuerza para d...