Desamor

Mary entró en el apartamento de Tariana y, para su sorpresa, su madre estaba sentada en la mesa junto a la ventana, bebiendo té.

—¿Mamá? —dijo Mary.

—Ah, ahí estás, querida —sonrió su madre.

—Espero que no te hayamos hecho esperar mucho, Bettina —preguntó Tariana.

—Para nada, Tariana. He estado ...