Miedo a lo desconocido

El sol de la mañana se filtraba a través de la delgada rendija de mis cortinas, proyectando largas líneas doradas en el suelo. Por unos segundos, me permití fingir que todo estaba bien. Que el peso doloroso en mi pecho era solo un remanente de una pesadilla. Que la niebla en mi cabeza no era más que...

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